¿Una fábrica reconvertida en casa rural? En Ávila ya existe, ¡Descúbrela!
En 1996, se produce el cambio que motiva la creación del Núcleo de Turismo rural Valle de Iruelas. Se cierra la fábrica y las casas vacías se reacondicionan al turismo en forma de casas rurales, como La Casa de Las Cruceras. Estas viviendas comienzan a recibir visitantes de toda España y se quedan maravillados por el entorno. El parque deleita a sus visitantes por la diversidad natural, de flora y de fauna. En esta reserva hay actividades para todas las edades y preferencias. Entre los interesas más destacados están las rutas de senderismo, una zona de especial protección para aves que permite su avistamiento y actividades acuáticas en el embalse, paseos a caballo.
Los orígenes del turismo rural en el Valle de Iruelas
La autarquía económica motivada por Franco disparó los precios de la madera y de la resina. Su objetivo era minimizar la importación de materias primas con el objetivo de convertir al país en una potencia autosuficiente. Tal fue la subida de precios de estas materias primas que Ávila apenas podía comprar. Ante esta situación, la agrupación de municipios de Ávila (Asocio de Ávila) construyó su propia fábrica de madera y resina.
Esta inteligente y necesaria decisión convirtió a Ávila en uno de los pocos fabricantes de estas materias primas, tan esenciales para nuestro país. En sus instalaciones se cortaban los troncos de madera en tablas longitudinales y se extraía de ellos la resina, un importante destilado con el que se hace la trementina, un diluyente de pinturas.
Esta fábrica la hicieron en la Reserva Natural del Valle de Iruelas, un bello Parque abulense. En él hay un espectacular lago llamado el embalse del Burguillo y en sus montes hay una gran diversidad de fauna, que actualmente se puede observar. Esta ubicación era ideal para la fábrica por su cercanía con el monte. El único inconveniente es que estaba muy aislada y los trabajadores no podían ir y volver de sus respectivos pueblos cada jornada. Con esta situación, deciden construir el Poblado de Las Cruceras, un pequeño pueblo para los trabajadores.
La transformación turística de la fábrica
En 1996, las casas de los obreros se volvieron alojamiento para el turismo rural. Las demás viejas instalaciones se reacondicionan para servir a la Reserva Natural. El establo de los bueyes se convierte en el lugar de vigilancia de la normativa forestal (guardería forestal) y la fábrica se vuelve el área de atención al público.
Casas rurales en el Valle de Iruelas