Cómo convertir el entorno de tu alojamiento en un atractivo turístico
Tener tu casa rural en medio de una estepa de campos de cultivo que no termina hasta donde alcanza la mirada no es un problema. Bien es cierto que muchos viajeros buscan alojamientos que estén en zonas turísticas, como Los Pirineos, Sierra Nevada o algún parque natural de referencia nacional o internacional, pero también hay posibilidades para tu alojamiento.
Identifica los atractivos del entorno
Lo primero que debemos hacer es hacer una investigación de lo que rodea a nuestra casa rural. Buscaremos caminos, iglesias, personas famosas que vivieron o estuvieron cerca. En definitiva, la idea es mirar con ojos llenos de alegría, que a veces nos cuesta. No es lo mismo nombrar lo que rodea tu alojamiento con su nomenclatura legal, que destacar algunos lugares de interés.
Por ejemplo, si tienes una casa rural en medio del Parque Natural de La Ribera del Arlanza y sus alrededores, podrías decir que está cerca de donde Clint Eastwood rodó su película western El bueno, el feo y el malo. A esto se le suma lo que te parezca interesante de tus alrededores, bien sean pueblos reconocidos, parajes naturales, fauna, flora, gastronomía, rutas, parques naturales o lagos o ríos cercanos.
Las viviendas cercanas a La Laguna Negra, La Bola del Mundo o As Fragas do Eume siempre tienen reservas, pero, ¿qué hay de las que están en medio de la nada?
¿Quién no tiene un camino de tierra que pasa cerca de su casa rural? Empezando por el que lleva a tu vivienda, podrías probar a realizar un itinerario, calificar su dificultad y calcular el tiempo desde el inicio hasta el final. Con un simple trabajo de investigación, ese simple camino se ha convertido en una ruta de senderismo tan atractiva como la ruta del río Borosa o El Caminito del Rey.
Los monumentos de la zona también son elementos que podrías mencionar en tu alojamiento. Hay quien piensa que si no aparece en Google, no es importante, pero no es así. La primera piedra para ello la pones tú, así que empieza por valorar ese edificio semi-derruido que tenéis en tu pueblo llamado ermita. Probablemente esa iglesia tenga más años que El Arco del Triunfo parisino, pero no se dice y queda en el olvido.
Lo último que recomiendo es usar los medios que tienes a tu alcance para hacerles llegar esa información a tus huéspedes. Lo primero que puedes hacer es recopilar el lugar de interés que has descubierto, bien sea una iglesia abandonada del siglo XVII o una ruta de senderismo no señalizada en la que vista un águila real. Después, lo puedes imprimir en una hoja que darás a los viajeros o puedes publicarlo en tu ficha del alojamiento en Clubrural.
En definitiva, todo es echarle ganas. Los propietarios de alojamientos rurales gozan de vivir en entornos rurales con mucha riqueza natural, pero también mucha historia. Es momento de aprovecharlo y convertir ese maravilloso contexto geográfico en una oportunidad de negocio.