Comienza la recogida de la uva: la vendimia

21 Ago 2013 Jennifer García Sin Comentarios

Osiris, Dionisio y Baco. Tres dioses que… ¿sabes qué tienen en común? El vino. Para egipcios, griegos y romanos respectivamente el vino era el caldo de reyes, una bebida venida de la tierra que bien merecía tener su propio dios.

Siglos después continúa siendo el refugio de muchos. Bebedores habituales o no, lo que en muchas ciudades de España se conoce como un “chato” de vino, se ha convertido en una costumbre muy respetada. Y es que ya lo decía Platón, “el vino es la leche de los ancianos”. Y no le faltaba razón. A medida que nos hacemos mayores comienzan las prohibiciones (grasas, sal, alcohol…), pero una de las cosas imperdonables siempre será el vino (y si no que se lo digan a los abuelos).

Mosaico de mérida, cuadro egipcio y Baco, dios romano del vino

Se acerca la temporada de la vendimia. Pero antes de explicar qué es, será mejor saber el origen de dicho término. Como muchas palabras del castellano, su origen se remonta al latín. “Vindemia”. Así denominaban los latinos esta actividad, término que procedía de vinea (viña) y demere (quitar, arrancar), derivando así en “vendimia”.

Una tradición con la que muchas familias se reúnen en sus fines de semana para recoger la cosecha de todo un año, que si el tiempo lo ha propiciado, será buena. La tecnología ha permitido que el trabajo sea menos laborioso que si se hiciera de la forma tradicional: a mano y depositando el fruto en la cesta. El ahorro de tiempo y trabajo que las nuevas maquinarias permiten no es suficiente para que muchos agricultores de la vid se decanten por ellas. Así pues, a partir del mes de septiembre veremos cómo los campos de toda España van llenándose de vendimiadores trabajando por lograr una gran cosecha.

Algunas localidades conservan la tradición del pisado de la uva. Al terminar la recolección la cosecha no se lleva a la cooperativa para que allí se encarguen de transformarlo mecánicamente en caldo, sino que se dedican a pisarlo. Es tal la importancia que esta práctica guarda en tantas ciudades de nuestro país, que alrededor de ella se crea una auténtica fiesta. El fin de la recogida da paso al pisado. En un ámbito más festivo y relajado, al son de la música, para mantener el ritmo, los hombres (tradicionalmente siempre ha sido el género masculino) se encargaban de extraer en el lagar y con sus propios pies el jugo de la uva para después convertirlo en vino.

La Rioja, tierra de vides, es precisamente uno de los lugares donde se ha recuperado esta tradición. Hasta cualquiera de sus pueblos se desplazan muchos viajeros interesados por este mundo que si bien siempre ha existido, es ahora cuando su proceso de producción más éxito está teniendo.

En España nunca se ha llegado a perder esta tradición, pero en los últimos años se aprecia cierta tendencia a la recuperación. El continuo interés que este mundo despierta en los viajeros hace que una actividad que tradicionalmente ha servido para la elaboración del vino, ahora se haya convertido en todo un atractivo turístico en el que los propios turistas pueden participar. La historia de esta actividad es remota, probablemente no se pueda dar una fecha exacta en la que se comenzara con el tradicional pisado de la uva. Pero sí hay materiales que certifican la presencia de esta práctica desde hace siglos. Es el caso de algunos mosaicos que han aparecido, recuperado en Mérida en la que se aprecia el pisado de tres hombres, unidos por las manos para llevar al compás la tarea.

Un mundo como el del vino nunca se podrá conocer por completo. Nosotros lo vamos a intentar. Semanalmente iremos descubriendo poco a poco los secretos que esta bebida guarda para convertirnos en todos unos auténticos expertos del vino.

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Publicado en Gastronomía,  General

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