Diferencias entre cava, champán, sidra y espumoso

17 Dic 2020 Beatriz Rodríguez Sin Comentarios

Estamos en plenas Navidades y en esta época las burbujas gana presencia en nuestra mesa y aumenta considerablemente el consumo de bebidas espumosas como el cava, el champán y la sidra achampanada. Hoy os hablaremos un poquito de las tres, que en estas fechas, la información puede resultaros de utilidad. Cava, sidra y champán se elaboran, generalmente, siguiendo el método tradicional, que consiste en que, tras el proceso de fermentación por el que los azúcares se transforman en alcohol, se realiza una segunda fermentación en la botella durante la cual se libera carbónico (las burbujas).

Champán

El champán debe su nombre a la región francesa de Champaña donde se produce. El vino espumoso más antiguo del que se tiene conocimiento, el Blanquette de Limoux, fue desarrollado por los monjes benedictinos de la Abadía de Saint Hilaire en 1531, aunque desde entonces hasta ahora se han introducido ciertos cambios en su proceso de elaboración.

Cava

El cava, por su parte, comenzó a producirse en la zona de Penedés a mediados del siglo XIX. Los primeros productores fueron Francesc Gil y Domingo Soberano de Reus, que lo presentaron en 1868 en la Exposición Universal de París. Inicialmente, se empleaban las mismas variedades de uva francesa que el champán, pero la filoxera acabó con las vides y se comenzaron a cultivas las variedades que se emplean hoy en día. Para evitar conflictos con la denominación ‘champán’, en 1972 se adoptó la denominación ‘cava’, que hoy se elabora en otras zonas como Valencia, La Rioja, Navarra, Extremadura, Aragón y Burgos.

Sidra

Hay una diferencia fundamental entre la sidra achampanada y las dos anteriores bebidas, y es que la primera se hace a partir de manzanas. Si has probado la sidra achampanada y la sidra natural (la más consumida en las sidrerías), sabrás que la segunda es más dulce y que está libre de gas, aunque la primera gana en popularidad, ya que, entre otras cosas, es menos perecedera. Las principales zonas de producción son Asturias, Galicia, Navarra y Guipúzcoa.

Espumosos

Una última cosa: existe la tendencia de servir los espumosos al final de la comida. Los estilos más secos son más agresivos para el estómago, por lo que es más recomendable recurrir a los dulces o semi-secos. Los de crianzas más cortas encajan muy bien con el aperitivo y los de mayor envejecimiento se pueden integrar en el menú navideño perfectamente.

Cada uno elegirá las burbujas que más encajen con sus gustos, pero el brindis que no falte. Chin-chin.

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Publicado en Algo Especial

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