Si quieres estar en Babia… te decimos donde está

“Se va a montar la de San Quintín”, “está en el quinto pino”, “esto es Jauja”… son expresiones del español que aunque todos sabemos lo que significan metafóricamente hablando, muchos de nosotros desconocemos su origen, ¿verdad? Hoy  hemos querido hablar de otra que seguramente has dicho en más de una ocasión: “estar en Babia”.

Casas rurales en Babia »

¿Dónde está Babia?

Aunque el nombre parece salido de un cuento de Disney, realmente Babia existe y está en León.  Se trata de una comarca al norte de la provincia a la que pertenecen los municipios de Cabrillanes y San Emiliano, con 14 pueblos respectivamente cada uno de ellos. Sus cerca de 400 kilómetros cuadrados ofrecen todo tipo de paisajes. Económicamente los lugareños se han dedicado siempre a la ganadería dado que son tierras donde la tradición pastoril se remonta a siglos de historia. Por eso es frecuente ver por estos valles y macizos ovejas merinas pastando y aprovechándose de los recursos que ofrece esta zona.

Pero probablemente lo más destacado de Babia sean sus paisajes. Este valle con el macizo de Ubiña como protagonista, fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2004. Este pico con más de 2.400 metros de altura, forma parte de la Cordillera Cantábrica siendo uno de los más altos de toda la formación. Destacar que las montañas tienen un característico color blanco dado que están formadas de piedra caliza, dando a la zona un aspecto diferente, curioso. Además se estima que bajo ellas existen infinidad de cuevas y corrientes subterráneas que todavía no han sido descubiertas.

A los pies de estas montañas circulan las aguas de diferentes ríos, destacando principalmente el Sil, el Río Luna y el Torrestío. Es frecuente ver a aficionados a la pesca aprovechando los recursos que estos cauces tienen.

¿De dónde viene la expresión “estar en Babia”?

Sabiendo ahora que Babia existe realmente y que está en León, esta frase hecha tendrá un origen, ¿no? Veamos la explicación y por qué se dice esto. En la Edad Media era costumbre que los reyes del Reino de León pasaran meses en Babia para descansar, para aislarse de sus labores diarias en verano. La tranquilidad y la práctica incomunicación que tenían en ese palacio les alejaban de sus preocupaciones. Era una forma de decir que cuando estaban allí, no querían molestias, se olvidaban de los problemas que pudiera haber en la corte. De esta forma, cuando alguien iba a visitarles a su residencia habitual (sobre todo en temporada estival), el servicio que se quedaba en palacio, informaba a los visitantes que los monarcas “estaban en Babia”, es decir, prácticamente incomunicados, imposible de acceder a ellos. Un significado muy parecido al que ahora le damos, cuando una persona parece está totalmente metido en sus pensamientos, sin darse cuenta de lo que está ocurriendo a su alrededor.

Otra de las historias que se suelen contar como origen de esta expresión es la de los antiguos pastores. Dado que el pastoreo era la actividad económica más importante de la zona, muchos de ellos tenían que pasar largas temporadas en Extremadura. La noche era el momento más difícil para ellos, pues bajo la luz de la luna y alrededor de la hoguera, los recuerdos venían a su cabeza, acordándose de sus casas, sus familias… Para salir de ese ensimismamiento, el resto de pastores les devolvían a la realidad con frases del estilo “despierta que estás en Babia”, un significado muy similar al que ahora le aplicamos cuando vemos a alguien que se ha quedado “pillado” con algo.

A partir de ahora, ya puedes hacerte el interesante y cuando alguien de tu alrededor diga esta expresión, contarle de dónde y por qué se dice. ¡Te apuntas un tanto!