7 destinos para descubrir en noviembre

Si tiens previsto viajar en noviembre, más te vale ir organizando esa escapada. Precisamente este mes es un buen mes. Diciembre está plagado de fiestas, de eventos y de reencuentros que te pueden dificultar ese fin de semana rural que tenías previsto. Si eres de los que quiere viajar, pero aún no sabe dónde, aquí tienes algunas recomendaciones.

Las Palmas

Con una temperatura de 25 grados de media, es el refugio que buscas para apurar aún más el verano. Hemos elegido Las Palmas, pero en general cualquiera de las islas que forman parte de las Canarias podría ser un destino fenomenal para las vacaciones que tienes previstas en otoño. Además de tener un clima envidiable durante gran parte del año, en Gran Canaria las lluvias no son muy frecuentes salvo días puntuales en los que el tiempo se vuelve gris. ¿Qué no te puedes perder de Gran Canaria? Entre los monumentos naturales habría que destacar el Roque Nublo, un espacio de origen volcánico con una elevación de 80 metros sobre un punto ubicado a 1.813 metros sobre el nivel del mar. Su denominación como Monumento Natural le llegó en 1994 y se ha convertido en una de las estampas más importantes de la isla.

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Sierra de Gredos

Otro rincón imprescindible en el mes de noviembre. El otoño, responsable de su nueva imagen, convierte a esta sierra en una de las más hermosas. Los marrones y anaranjados van desplazando al verde del verano hasta convertir el paisaje en una estampa única. Las temperaturas aún respetan a los turistas que se acercan por aquí, por eso el otoño es una excelente etapa para conocerlo. Además de ser un espacio natural único en el centro de España, no solo sorprenden sus paisajes, también la amplia fauna donde, si se dejan, se pueden ver cabras montesas, perdices rojas o águilas imperiales. Puede que noviembre sea aún pronto para que veas las cumbres de más de 2.000 metros cubiertas por la nieve, pero todo dependerá de las temperaturas que se vayan registrando a lo largo del día.

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La Alberca (Salamanca)

Es uno de los pueblos más famosos de Salamanca. Pero no por su tamaño, ni por supuesto por su actividad económica y menos por la población (que apenas roza los mil habitantes). Ha sido su historia, las leyendas y en términos generales, la belleza del pueblo las que le han hecho merecedoras de aparecer en este listado. Con la categoría de Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España, otorgado en 1940, La Alberca se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Salamanca. Monumentos históricos como la iglesia del siglo XVIII, la Ermita del Humilladero, el Santuario de la Virgen de la Peña de Francia son algunos de los espacios de interés más destacados. Enmarcado en un espacio singular, el Valle de las Batuecas es el escenario perfecto para que convivan buitres, águilas, búhos, linces, nutrias o ciervos entre otros.

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Pueblos Negros (Guadalajara)

Conocidos vulgarmente como los Pueblos Negros, el nombre tiene su origen en la arquitectura tanto de las casas particulares como de los edificios públicos. Construidos en pizarra negra, un material muy frecuente en la zona, hacen que las calles del pueblo tengan un aspecto oscuro, lúgubre que lejos de convertirlos en un lugar poco frecuentado, les ha impulsado como uno de los destinos más curiosos e importantes de la provincia de Guadalajara. La mayoría de ellos no superan los 500 habitantes e incluso algunos de ellos solo están habitados en ciertas fechas y fines de semana.

Son pueblos fríos, por lo que noviembre es una estupenda fecha para descubrirlos. En invierno las temperaturas no suelen superar los 5-10 grados por lo que este mes es el más recomendable para verlos.

Girona medieval

El patrimonio medieval de los pueblos de Girona es incontable. El tiempo parece haberse detenido en muchos de ellos para que quienes los visitemos podamos olvidarnos durante unas horas de grandes ciudades, semáforos, atascos…a fin de cuentas, hacer un viaje al pasado sin intermediación del presente. Peratallada, Besalú, Monells o Pals son algunos donde el tiempo parece haberse parado en la Edad Media. Una visita en noviembre los hace aún más encantadores: sin el potente sol de la primavera ni el calor del verano, la atmósfera tanto climatológica como luminosa concede a sus calles un encanto peculiar, haciéndolos aún más inolvidables y atractivos.

Hayedo de Monasterio de Hermo (Asturias)

Los bosques de hayas son claves para el otoño. Para encontrar el Hayedo de Monasterio de Hermo no hay más que ir hasta el Parque Natural de las Fuentes del Narcea y allí encontraremos más de 1.500 hectáreas de hayas. Todo bosque es hermoso en cualquier temporada del año, pero en otoño, las hojas hacen del suelo una auténtica alfombra marrón que va invitándote a que te adentres a medida que cuando vas caminando, escuchas el crujir de estas según van partiéndose. Un sonido muy otoñal al que acompañan hayas con decenas de metros de altura.

Es probablemente uno de los hayedos más desconocidos de España, pero no por ello menos hermoso. Está en el término municipal de Cangas de Narcea, ¿sabes dónde quedarte a dormir?

Monasterio de Piedra (Zaragoza)

Un lugar inolvidable para quienes pasan por allí. Las enormes cascadas que protagonizan todo su recorrido lo convierten en uno de los lugares con más encanto de España. Visitable en cualquier momento del año, el hecho de que lo propongamos en noviembre se debe a que la concentración de turistas visitándolo no es tan abundante cómo si puede ocurrir en verano y primavera.

Es recomendable llevar calzado y ropa cómoda. Si te atreves a hacer la ruta al completo, puedes llegar a invertir hasta 3 horas caminando por un paraje inolvidable. Litros y litros de agua cayendo desde más de una docena de metros son la estampa más particular de este lugar llamado Monasterio de Piedra.

Está en Nuévalos y es uno de esos lugares que se ha de visitar una vez en la vida. ¿Te animas?