Es un hotel que tuvo q ser bueno pero ya no lo es. En primer lugar, hay poco personal y hay q estar llamándolos o buscándolos.
En segundo lugar es un hotel q admite perros y no lo sabes hasta q lo ves. Si no tienes perros, no quieres un hotel q permita perros por todas las instalaciones (y por habitaciones q podría luego ser la tuya).
El desayuno de una calidad muy baja, jamón york cuadrado y queso cuadrado. Los dulces eran industriales. No había huevos.
Contratamos desayuno al llegar y nos dijeron q nos hacía un descuento q luego no se reflejó en cuenta (5€ en lugar de 6,5€).
Cenamos la primera noche y se ve claramente q es un restaurante que ha perdido mucho. Muy normalito, no tenían los platos que estaban recomendados.
El trato fue amable y la zona de jardín con encanto.
La habitación con poco mueble contenedor, solo un pequeño armario.
Es una pena que no se cuiden los detalles, como un buen desayuno, aunque sea más caro.
Excepcional fin de semana en este maravilloso hotel rural con mi pareja.
A destacar el precioso jardín, los desayunos en el porche con los primeros rayos del alba, la piscina para refrescarse y la comodidad de las habitaciones.
Recibimos un trato genial por parte de la familia que regenta el hotel, así como de sus empleados.
A recomendar el restaurante para comer justo después de darse un baño en la piscina.
Decidimos pasar un fin de semana juntos en este hotel y la verdad que muy contentos un trato especial y sitio muy acogedor, tuvimos un problemiya con la caleffación al que nos pusierón solución rapidísimo, nos intivaron a una botella de vino subiendonos copas y todo lo necesario a la habitación. Nos hemos quedados encantados!!!!
En segundo lugar es un hotel q admite perros y no lo sabes hasta q lo ves. Si no tienes perros, no quieres un hotel q permita perros por todas las instalaciones (y por habitaciones q podría luego ser la tuya).
El desayuno de una calidad muy baja, jamón york cuadrado y queso cuadrado. Los dulces eran industriales. No había huevos.
Contratamos desayuno al llegar y nos dijeron q nos hacía un descuento q luego no se reflejó en cuenta (5€ en lugar de 6,5€).
Cenamos la primera noche y se ve claramente q es un restaurante que ha perdido mucho. Muy normalito, no tenían los platos que estaban recomendados.
El trato fue amable y la zona de jardín con encanto.
La habitación con poco mueble contenedor, solo un pequeño armario.
Es una pena que no se cuiden los detalles, como un buen desayuno, aunque sea más caro.