Excepcional fin de semana en este maravilloso hotel rural con mi pareja.
A destacar el precioso jardín, los desayunos en el porche con los primeros rayos del alba, la piscina para refrescarse y la comodidad de las habitaciones.
Recibimos un trato genial por parte de la familia que regenta el hotel, así como de sus empleados.
A recomendar el restaurante para comer justo después de darse un baño en la piscina.
A destacar el precioso jardín, los desayunos en el porche con los primeros rayos del alba, la piscina para refrescarse y la comodidad de las habitaciones.
Recibimos un trato genial por parte de la familia que regenta el hotel, así como de sus empleados.
A recomendar el restaurante para comer justo después de darse un baño en la piscina.
Repetiremos sin duda