Ruta Citadella – Mahón
Una de las cosas más interesantes de Menorca son sus monumentos megalíticos, y otro de sus atractivos son las calas, playas y ensenadas. Unos y otras son motivo para agradables excursiones. Igualmente son accesibles desde Ciudadela todas las demás poblaciones de la isla, a las que puede llegarse y visitarlas en un solo día, así como las numerosas urbanizaciones a lo largo de la costa. Tengamos en cuenta que la distancia entre Ciudadela y Mahón, en el otro extremo de la Isla, es de 45 kilómetros.
Por la carretera C-V21 llegamos a Ferreries. Se trata de un próspero pueblo de 3.000 habitantes, en cuyos alrededores se encuentra Cala Galdana, uno de los lugares más bellos de Menorca, que puede admirarse tanto desde lo alto del acantilado como desde abajo; posee una buena playa y varios hoteles.
Siguiendo por la carretera principal encontramos Es Mercadal en el centro geográfico de la isla. Es un pueblo llano que se extiende a ambos lados de la carretera. Está a los pies de la elevación principal de Menorca, El Toro -latinización del árabe «Al-Tor»,»La Montaña»-, en cuya cima está el noble santuario -edificado por los frailes agustinos en el siglo XVII, restaurado recientemente- donde se venera la Virgen invocada desde la Edad Media como patrona de la isla; centro espiritual de Menorca, donde desde primavera a otoño son numerosas las peregrinaciones de todos los pueblos, sobre todo la del primer domingo de mayo.
A continuación se halla la villa de Alior. Esta ciudad se alza sobre un promontorio y aparece coronada por la bella iglesia arciprestal de Santa Eulalia. Otro edificio notable es el antiguo convento franciscano de San Diego, que data del primer tercio del siglo XVII, con su claustro -«Sa Lluna»- muy pintoresco. La población presenta rincones antiguos llenos de interés, junto con un ensanche muy bien dispuesto.
Nos dirigimos finalmente a Mahón. Poco antes de entrar hay que detenerse para poder contemplar el puerto y se recomienda estos tres lugares para verlo a la perfección: la plaza de la Miranda, o junto a la entrada de la iglesia de San Francisco, o en el mirador que se abre al fondo de una calleja, cerca del ayuntamiento, que conserva el nombre de evocación medieval, de «calle del puente del Castillo», pero para poder captar toda la belleza del puerto de Maó, hay un lugar más estratégico: desde el predio señorial de «San Antonio» que se levanta sobre una loma al otro lado del mismo puerto.