De la luna azul… De esta noche
Este verano, el cielo nocturno nos está ofreciendo fantásticos espectáculos. Los que se encontraban en el centro de la península, pudieron ver en la madrugada del 13 de julio cómo un fragmento estelar iluminaba la noche, tras desintegrarse al entrar en contacto con la atmósfera. Este tipo de meteoros reciben el nombre de bólidos. En agosto se ha podido disfrutar de las famosas perseidas, también conocidas como las lágrimas de San Lorenzo. Y, a pocas horas de terminar el mes, hoy viernes hay luna azul.
Si lo de luna azul no te suena, sigue leyendo, que te lo explicamos en un momento. Luna azul es el término que viene usándose desde hace unas décadas para referirse a la segunda luna llena que se produce en un mes. Al parecer, este uso es una interpretación incorrecta de la definición anterior: la originaria se empleaba para designar a la tercera luna llena de una estación. Sin embargo, el nuevo uso cada vez está más extendido.
El fenómeno se produce de forma suficientemente esporádica como para justificar que hace ya unos siglos empezara a aplicarse la expresión inglesa “once in a blue moon” para hablar de acontecimientos raros. Y es que, aunque el ciclo lunar es de 29 días, no es tan habitual que coincidan dos lunas llenas en un mismo mes, como ocurre hoy (la primera fue el día 2). Si echas cuentas, ya habrás notado que hay un mes que nunca podrá presumir de luna azul: febrero.
Un evento más excepcional aún, que solo se produce entre tres y siete veces cada siglo, es el de dos meses de luna azul. El último fue en 1999 y habrá que esperar a enero y marzo de 2018 para que se dé de nuevo.
Una última curiosidad: el término es una traducción literal del inglés ‘blue moon’, que derivaría de ‘belewe moon’, y que podría traducirse como luna traidora, ya que, según algunas interpretaciones, una doble luna llena antes de Semana Santa pudo despistar a los creyentes en la determinación del tiempo de Cuaresma y Pascua.
Vale, no vamos a ver la luna teñida de azul, no va a tener un tamaño especialmente grande y no va a ser un espectáculo para los ojos. Pero ¿acaso necesitamos grandes acontecimientos para rendirle un brindis a este satélite al que tantas leyendas acompañan?