De escobazos por Cáceres

Esta tradicional fiesta tiene su origen en el S.XII, en honor a la Virgen de la Concepción. La población de Jarandilla de la Vera (Cáceres), estará de “escobazos” entre sus calles y principales plazas durante el próximo miércoles.

Este evento, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, rememora a los pastores de cabras que, tras pasar largas temporadas en la Sierra de Gredos, regresaban al pueblo para reencontrarse con su familia.

Al hacerlo de noche, necesitaban crear antorchas o lumbreras rústicas para poder vislumbrar el camino. De esta forma, prendían fuego a las escoberas, arbusto típico de la zona y que arde con facilidad. Una vez en el pueblo, intercambiaban escobazos “amistosos” en señal de alegría por haber llegado al fin a casa.
El próximo miércoles 7 de Diciembre, los habitantes del pueblo, un año más, comenzarán a salir de sus casas sobre las siete de la tarde. Los turistas, que cuentan con gran variedad de casas rurales en la zona, deberán estar preparados para el espectáculo a partir de esa hora. Es entonces cuando comienza la fiesta.

La vestimenta para la ocasión debe ser elegida cuidadosamente para prevenir cualquier accidente no deseado, teniendo en cuenta que los escobazos están en llamas. Aunque es verdad que el transcurso de la jornada suele pasar sin incidentes graves, es mejor estar prevenidos y ser cautelosos. Todo aquel que pase por la plaza del pueblo deberá estar preparado para recibir uno o varios escobazos. Lo mejor en este caso es hacerse con uno propio y…¡defenderse! (pero apuntando sólo a la espalda y a las zonas bajas del cuerpo).

A partir de las nueve, se inicia la procesión de la Virgen de la Inmaculada Concepción o La Pura , recorriendo las calles de Jarandilla de la Vera, a la luz de aquellos escobazos que aguanten tras los saludos anteriores en la plaza. La Virgen recorre el camino al son de los cantos y la música proveniente de instrumentos improvisados (sartenes, calderos, botellas de anís, etc).

Durante toda la madrugada, acompañados por el vino de pitarra, familiares, amigos y vecinos rodeando las hogueras, la fiesta continúa. Un momento perfecto para degustar los productos típicos de la zona y pasarlo bien.