¿Cocina de diseño o gastronomía tradicional?

Vivimos en uno de los países que cuenta con una de las gastronomías más exquisitas de todo el mundo. De norte a sur y de este a oeste, vayamos donde vayamos, encontraremos siempre platos que complacerán a nuestro ya delicado y malacostumbrado paladar, pues es difícil viajar por otro país y encontrar los productos que nuestra tierra ofrece.

Los hoteles trabajan a diario para satisfacer los deseos de los viajeros que se hospedan en sus habitaciones, pero saben que una estancia completa e inolvidable ha de combinarse con un buen trabajo entre los fogones. Dar a los viajeros la posibilidad de disfrutar de una cocina preparada con gusto y sutileza será un gancho importante a la hora de captar clientes apasionados por la comida. Por eso muchos alojamientos se posicionan frente al cliente como hoteles gastronómicos, de forma que así logren llamar la atención de los estómagos más delicados.

¿Pero qué tipo de menús ofrecen? Hay muchas diferencias. Desde los restaurantes que seleccionan los mejores platos de la gastronomía local o regional, hasta los que prefieren acompañar su modernismo arquitecto con elegantes y sofisticadas cartas ofreciendo un sinfín de nuevas combinaciones de productos.

Los paladares que añoran y desean retomar los sabores de siempre, se decantarán por un hotel donde el restaurante se identifique con la cultura gastronómica de nuestro país. No hay nada mejor que viajar a un destino y probar su cocina tradicional. Valencia y su internacional paella, Segovia y el cochinillo, Huelva y sus pescaditos o La Coruña y el marisco son una pequeña representación de lo que la gastronomía española es. Por eso, muchos hoteles ven en la especialización gastronómica una llamada de atención a aquellos clientes que se desplazan movidos por su caprichoso y delicado estómago. En La Casa del Canónigo son especialistas en cocina manchega. La tierra de Don Quijote es experta en ofrecer productos de calidad que otorgan ese toque de excelencia, delicado y especial a los platos de una gastronomía donde los manjares no se crean, sino que nacen y crecen. En este alojamiento han querido que sus viajeros se lleven el recuerdo de un sabor único de una tierra donde no todo el protagonismo se lo lleva el vino y el aceite.  

En cambio, otros hoteles prefieren ofrecer algo diferente. Su lema estaría alejado de lo convencional, de aquello que podemos disfrutar en cualquier momento y por ello centrarse más en lo desconocido, lo poco tradicional, lo que en escasas ocasiones tendremos la oportunidad de probar. Porque la vida está para experimentar, para conocer sabores completamente diferentes. Precisamente por esta razón, algunos alojamientos prefieren salirse de los cánones y especializarse en cocina moderna ofreciendo platos completamente distintos a lo que a menudo solemos encontrar en los restaurantes. Es el caso por ejemplo, de la Real Posada del Indiano donde entre uno de sus platos más destacados se encuentra el pato, un animal poco común en los menús de nuestro país.

Tradicional o moderna, no importa el tipo de cocina que te preparen, lo bonito es que puedas combinar una estancia inolvidable con la degustación de platos diferentes, exquisitos y sobre todo especiales.

Imagen: www.mujer.info