Esta obra de arte de 1931 es probablemente uno de los símbolos más importantes, aunque también más desconocidos de Palencia. Con similares características al Cristo Redentor de Río de Janeiro, esta imagen es un clásico en la ciudad.
Palencia es un diamante en bruto por explotar. El románico en gran parte de sus construcciones y las aves, habitando en puntos estratégicos de la provincia son dos atractivos que la convierten en un lugar excepcional en la península.