Qué ver en La Lastra

Este municipio se sitúa a una distancia de 21 km de Cervera de Pisuerga, de cuyo partido judicial forma parte. Su casco urbano está enclavado sobre una meseta caliza, de la que probablemente venga su nombre, dando a su estructura urbanística una forma de conjunto amurallado. A medio kilómetro del pueblo pasa el arroyo de Valderrianes, sendo esta la corriente de agua más cercana, aparte de la cola del pantano de Camporredondo, a la cual se da vista desde el oeste del pueblo.

En un documento de 1585 se nombra a la localidad con el topónimo de Sora Osorbia, de clara influencia romana, ya que Sora es el nombre de una capital de la comarca romana del Lacio. Otros creen ver en el topónimo La Lastra el vocablo romano “la castra”.

En otra época, sus habitantes compartían la deficiente agricultura con la ganadería y el comercio de leña y carbón de fragua. Actualmente su población se dedica fundamentalmente a la cría de ganado.

El casco urbano presenta una arquitectura digna de reseñar dentro de la que popularmente se ha realizado en esta región montañosa.

A 2 km al suroeste de La Lastra hay un valle conocido con el topónimo de Miranda, en cuyo centro se cuenta que existía un pago con el mismo nombre. La leyenda cuenta que una anciana de ese lugar, airada por no haber sido invitada a una boda a la que asistían todos sus vecinos, tomó venganza envenenando el banquete nupcial con el extracto de un animal que por estas tierras se conoce como vaca-viruela. Según la tradición, todos los habitantes de Miranda murieron, quedando la vieja como señora de casas y campos. No obstante, se dice que tuvo que acordar con la villa de La Lastra el traspaso a la misma de los bienes a su muerte para que los vecinos la ayudasen a cuidar de su sangrienta heredad. Folclore aparte, existe un documento de 1814 que describe cómo tropas francesas en retirada incendiaron Miranda y La Lastra, muriendo todos los vecinos del primero, si bien no los del último, refugiados en una cueva cercana.