Pueblos y alternativas ante la crisis
Reinventarse, buscar alternativas, atraer turistas o mantener el buen funcionamiento de un lugar. Estas son las ideas que los Ayuntamientos de la gran mayoría de los pueblos españoles tienen desde hace tiempo en la cabeza y que más de uno ya se ha atrevido a poner ya en marcha.
Durante estos días, el pueblo de Rasquera, en Ribera del Duero, está dando mucho de que hablar. Y es que su Consistorio ha propuesto como medida anticrisis un proyecto de plantación de cannabis.La idea es acoger una plantación de cannabis para uso de los socios de una asociación de consumidores de Barcelona.
Aunque los siete integrantes del concejo local aprobaron la idea en el mes de marzo, el tema suscitó tal controversia que decidieron presentarla a referendo con sus vecinos. Sin embargo, los resultados de ayer no alcanzan el porcentaje necesario. A pesar de que ha alcanzado la mayoría, con un total de 56% de los votos, su alcalde, Bernat Pellisa, afirmó con anterioridad no sólo descartar la idea sino dimitir en bloque si esta propuesta no alzancaba el 75% del apoyo ciudadano. Aún así, la propuesta está hecha, y no sabemos todavía qué puede pasar de aquí adelante.
Y si no que se lo digan a Júzcar (Málaga), más conocido como “El Pueblo azul”. Lo que en un principio fue una campaña de marketing para promocionar la película de Los Pitufos, se ha convertido en un sello de identidad y en un gran aliciente para el turismo: En este lugar, se plantean diferentes actividades como la Ruta Pitufa o la visita al “Merca Pitufo”, donde encontramos gran variedad de productos artesanos, productos serranos y, por supuesto, curiosidades pitufas. Pueblos temáticos de lo más diversos que no han sido inmunes a las polémicas, como es el caso de Moclinejo, que planteo convertirse en el primer pueblo gay del mundo. Está claro que todo es posible y que, a pesar de la diversidad de opiniones, tanto a nivel cultural como social o económio, cualquier propuesta para levantar un pueblo decaído debe ser, al menos, considerada.