Una sorpresa en Babia, acabamos de volver de este paraíso y nos apetece mucho dejar nuestra opinión a otros viajeros para animarles a que se alojen en esta posada, ha sido un verdadero placer… , compartíamos charlas nocturnas con Marta, Gerardo y otros huéspedes, mientras contemplábamos ese cielo plagado de estrellas y saboreábamos esos licores reconfortantes. Otro placer ha sido degustar esas riquísimas cenas, cada noche una sorpresa diferente con menús variados y muy acertados donde agradeces no tener que elegir, lo que Gerardo prepara cada noche con cariño. Y la comarca…….engancha irremediablemente, los rebecos se asoman cada mañana a la montaña al amanecer y algunas veces tienes que dejar el desayuno a medias y lanzarte a la calle para contemplarlos, rutas, paseos, descanso, FELICIDAD.
Muchas gracias por hacernos tan felices durante nuestra estancia. Sin duda recomendable, sin duda volveremos.
Muchas gracias por hacernos tan felices durante nuestra estancia. Sin duda recomendable, sin duda volveremos.