Recuerdo haber pasado la celebración de un cumpleaños junto con un grupo de amigos. Unos días que nunca olvidaré por la calidez del lugar, la tranquilidad, el verde y sentir que que ese momento era solo para nosotros. La noche alrededor del fuego de la chimenea a leña cargada de risas y humor andaluz. La decoración acogedora y el calor de las habitaciones y el trato exquisito de los arrendadores. Una experiencia que jamás olvidaré