Lo que más me gustó fue la tranquilidad, el paisaje, la limpieza e instalaciones. Aunque el acceso es más complicado por ser una carretera de montaña, realmente vale la pena. Sin duda, volvería. Mi perro también disfrutó mucho, corriendo libremente y conviviendo con las gallinas. Además, está a solo 30 minutos de la playa.