Hemos estado tres familias en el puente del Pilar. Llevamos más de cinco años yendo a casas rurales y ésta es la que más nos ha gustado con diferencia. Lo primero es que la casa en sí es preciosa, con una decoración ideal y con todas las comodidades posibles. Todo muy limpio, y no le ha faltado ningún detalle. Tiene de todo para que te sientas como en casa. La casa es mucho más bonita que lo que las fotos muestran, la ropa de cama y toallas están impecables, las habitaciones y baños muy amplios (con artículos de aseo) y los salones para reunirse también. El jardín está muy cuidado y con variedad de plantas y flores. La atención de los dueños es perfecta, tuvimos unos dulces de bienvenida, tomates (deliciosos), almendras y nueces. Como refrescaba por la tarde-noche tuvimos que encender la calefacción que en muy poco rato calentaba todas las estancias de maravilla, aún siendo una casa tan grande.
En definitiva, una experiencia perfecta. Lo que menos nos gustó...: ¡tener que volvernos a la ciudad!
Muchas gracias por todo, Zarela y Enrique.
En definitiva, una experiencia perfecta. Lo que menos nos gustó...: ¡tener que volvernos a la ciudad!
Muchas gracias por todo, Zarela y Enrique.