Tuvimos la suerte de encontrar Can Canà para ir a pasar 5 días de vacaciones de invierno. Éramos bastante familia y queríamos estar juntos. La casa es perfecta para familias o grupos de amigos, habitaciones amplias y acogedoras, sala de juegos para los peques, sala de estar y TV para los adultos, cocina amplia, comedor de verano en el patio, patio exterior con barbacoa (ideal para el verano)... Con el río a dos minutos, y tranquilidad, mucha tranquilidad. Pero lo mejor de todo es la predisposición de la propietaria, amable y atenta. Siempre pendiente de todo, de si falta algo, de si buscas restaurante, de si quieres hacer alguna excursión... Una estancia perfecta y un sitio para repetir.