Pasamos el puente de diciembre en El Descanso del Eria. Pese a que las previsiones del tiempo no animaban mucho a salir de casa, no llovió tanto como pensábamos, así que aprovechamos para dar varios paseos por el monte cerca de la casa. Hay multitud de caminos preciosos a los que se puede acceder andando desde la casa. Los castaños estaban imponentes, encontramos setas, y el paseo por el robledal al lado del río muy bonito. Los colores del invierno hacían que el paisaje luciese espectacular.
La casa una pasada, con todo tipo de detalles y comodidades, se nota que la han decorado con todo el cariño. Al estar unida la cocina a la zona de comedor, sofás y chimenea la hace muy espaciosa y cómoda.
Los dueños te ayudan en todo lo que puedas necesitar, tanto a darte recomendaciones sobre la zona, como a encender la chimenea si lo necesitas, siempre pendientes de que estés cómodo y a gusto.
Perfecto para conectar con la naturaleza, relajarte y pasar unos días en familia o con amigos.
Gracias Marta y Manuel por todo. Volveremos sin duda.
La casa una pasada, con todo tipo de detalles y comodidades, se nota que la han decorado con todo el cariño. Al estar unida la cocina a la zona de comedor, sofás y chimenea la hace muy espaciosa y cómoda.
Los dueños te ayudan en todo lo que puedas necesitar, tanto a darte recomendaciones sobre la zona, como a encender la chimenea si lo necesitas, siempre pendientes de que estés cómodo y a gusto.
Perfecto para conectar con la naturaleza, relajarte y pasar unos días en familia o con amigos.
Gracias Marta y Manuel por todo. Volveremos sin duda.