Casa amplia, resulta mejor que lo que se ve en las fotos. Sillones cómodos, cocina grande. Los colchones algo duros, pero eso es muy del gusto de cada uno. La cocina bastante completa, aunque vendría bien reponer alguna sartén. Buena calefacción y mucha tranquilidad. Bien situado para recorrer las Merindades y si hay tiempo en una hora estás en Bilbao o en la costa Cántabra. Buena atención por parte del propietario, cuando llegamos tuvo el detalle de dejarnos una hogaza de pan en la cocina.