Pasamos unos días de descanso en semana santa muy buenos. La situación de la casa está bien. Sus dueños muy amables y atentos. Nos recibieron con un detalle para el desayuno, como pan, mermelada y mantequilla. Aunque la casa se encuentra en el campo y está cerquita del pueblo es necesario coger el coche. El pueblo tiene todo lo necesario para realizar cualquier tipo de compra, tomar algo, gasolinera etc... La casa muy bonita y acogedora. El agua de la ducha del baño de una de las habitaciones tarda en calentar, pero sus dueños nos avisaron de ello nada más llegar. Echaremos de menos los desayunos y comidas en el patio de la casa. Ojalá podamos volver cuando haga más calor para hacer uso de la piscina...