Qué ver en Baltanas

Este municipio palentino se encuentra a 29 km al sudeste de la capital. Atravesado por el Arroyo del Prado, Baltanás es el término más extenso y poblado del Valle del Cerrato, cabeza de Alfoz y de la Merindad de El Cerrato. Como el resto de la comarca, el pueblo está rodeado de terreno áspero y ondulado, laderas grises, cotarros, cerros y páramos. Dentro del valle longitudinal que forma la cuenca del Arroyo del Prado se cultivan cereales, sobre todo trigo y cebada. También existe una cooperativa ganadera que fabrica queso de oveja, una cooperativa textil y varias empresas de muebles, conservas y salazones. La fabricación de cemento complementa la economía local.

Fue un asentamiento celta y después romano, y se cree que aquí estuvo la población vaccea de Eldana. Durante la Edad Media recibió grandes títulos y privilegios de la mano de los Reyes Católicos. Siendo hogar de agricultores, Baltanás conserva memoria de su historia en los edificios religiosos y de la nobleza que han perdurado. Entre los primeros destaca la iglesia parroquial de San Millán, gótico muy reformado en el siglo XVI. Consta de tres naves con coro alto de estilo plateresco y retablo mayor barroco. Entre sus tesoros se encuentra un “Hecce Homo” de Gregorio Fernández y una cruz procesional de orfebrería renacentista palentina. Como muestra de arquitectura renacentista también se conserva el Convento de San Francisco. Del siglo XVII data la Ermita de Nuestra señora de Revilla, que acoge en su retablo mayor una talla medieval que representa a la patrona del lugar, cuya festividad, el 8 de septiembre, incluye la celebración de un encierro de toros.

También merecen atención el palacio barroco del Hospital de Santo Tomás de Villanueva y la casona solariega de los Inquisidores Hermanos Calvo, que se conoce como el Cuartel Viejo por haber albergado en el pasado a la Guardia Civil.