Llevo varios años viniendo a dar cursos con alumnos a este lugar y la verdad es que siempre es un gusto. Samantha y Rob son super amables y están siempre dispuestos a acomodarse a todas las necesidades del grupo. La sala es amplia y espaciosa y el entorno es muy agradable. Está todo muy bien cuidado y lleno de pequeños detalles. Han conseguido que me encariñe con el lugar y que me sienta como en casa cada vez que voy. Lo recomiendo!!