Han sido unos días geniales, en los que el Cortijo el Maurel, nos ha dado la tranquilidad y descanso que veníamos buscando. La decoración de la casa esta muy cuidada y tiene todo lo necesario. No os asusteis del camino el primer día, ya que os aseguro que cuando llegas a la casa, merece la pena el pequeño inconveniente. Seguramente si estuviera junto a una carretera, perdería gran parte de su encanto. Además siempre tendreís algun conejo (a nosotros un día hasta 5) que salga al camino para hacer el trayecto más ameno. La barbacoa por la noche, los huevos de las gallinas por la mañana, la piscina a todas horas, los higos chungos que nos trajo Pepe para desayunar........ en fin, que se puede pedir más para unas vaciones inolvidables.