Preciosa casa de madera, amplia, acogedora y limpia, con una enorme parcela llena de árboles, palmeras y flores en donde hasta se puede pasear o relajarte en sus multiples rincones. Los dueños te acogen para hacerte sentir como en casa, con multiples detalles y cariño. Los niños y los mayores, lo pasamos en grande en su piscina redonda, que dá para jugar o estar relajarse a cualquier hora. Nos sorprendio lo fresquita que estaba la casa gracias a su buen aislamiento, sin necesitar tener aire acondicionado.
Muchisimas gracias a Juan y Ana por todo.
Abrazos.
Muchisimas gracias a Juan y Ana por todo.
Abrazos.