Disfrutamos de un fin de semana en esta casita sin ningún problema, tanto con los anfitriones como con el lugar. De hecho, nos retrasamos en la llegada y nos facilitaron todo, encendiendo incluso la calefacción para que estuviéramos cómodos. Cristina y su esposo estuvieron pendientes de nuestras necesidades durante toda la estancia. Nos informaron sobre actividades y rutas en la zona, proporcionándonos mapas y folletos. El pueblo es tranquilo, con gente amable y espacio para aparcar. Hay muchas rutas por el parque natural cercano. La casa es una encantadora casita de pueblo, con terraza y barbacoa para disfrutar en buen tiempo, y chimenea para los días fríos. Muy recomendable.