Fuimos a Cal Pianista de jornadas de convivencia con los pequeños, y fue... ¡Genial! El porche nos dió mucho juego en las horas de sol, comíamos allí y era nuestro punto de reunión.
Todo estaba muy limpio, Antoni nos guardó todos los objetos frágiles, facilitando la estancia a los más pequeños y la faena a los monitores.
En global, toda la estancia perfecta.
Si el año que viene volvemos a hacer jornadas de convivencia, ¡repetiremos sin duda!
Todo estaba muy limpio, Antoni nos guardó todos los objetos frágiles, facilitando la estancia a los más pequeños y la faena a los monitores.
En global, toda la estancia perfecta.
Si el año que viene volvemos a hacer jornadas de convivencia, ¡repetiremos sin duda!