Completamente de acuerdo con los comentarios anteriores. El trato es como el de unos amigos. El ambiente que han creado en el hotel es muy relajante. Los desayunos o´piparos, pantagruélicos...bueno, no hay palabras. Las cenas exquisitas (incluso consiguieron que comiera setas...fue mi primera vez). El entorno es fantástico, sobre todo cuando se acumula la niebla al atardecer... En fín, que si Yolanda y Carlos siguen tratando a sus clientes-amigos de forma tan exquisita, en poco tiempo tendrán que plantearse ampliar las instalaciones de su hotel. ¡Enhorabuena, chicos! Y muchas gracias por vuestra amabilidad.
Publicado el: 25/08/2010