Blascosancho es un pequeño pueblo de la provincia de Avila, situado en el ángulo Noreste de la misma, a pocos kilómetros del limite de las provincias de Segovia y Valladolid. De hecho, está situado de forma estratégica en el cruce de las vías que unen Avila con Valladolid y Madrid y Segovia con Salamanca.
La provincia de Avila y por tanto Blascosancho se comenzó a repoblar en el siglo XI por Raimundo de Borgoña, yerno de Alfonso VI de Castilla, por medio de caballeros franceses y vascos (he aquí la primera relación entre Blascosancho y Francia).
Existen varias hipótesis sobre el origen del nombre de Blascosancho (Blasco Sancho en documentos hasta el siglo XIX): una de ellas habla de que el conde Sancho, vasallo de Raimundo de Borgoña, tuvo cuatro hijos cuyos nombres eran Blasco, Muño, Hernan y Solo a los cuales asigno parte de sus territorios y de ahí el nombre de varios pueblos de la provincia, entre ellos Blasco Sancho. Sin embargo, no se conoce a ciencia cierta la procedencia real del nombre.
En el catastro del marqués de la Ensenada de 1751, se cita a el Conde de Polentinos y al marqués de Castel-Moncayo como poseedores de gran parte de las propiedades del pueblo. Entre algunos de los datos más reseñables de este catastro se cita la existencia de 80 casas, 1 palacio, 1 taberna, 1 abacería, 2 mesones y 1 palomar. En el siglo XVIII el Duque de Fernán Nuñez, Conde de Cerbellón y Marqués de Montellano (descendientes del Marqués de Castel Moncayo) propietario de prácticamente todas las posesiones del pueblo a excepción de sus aguas y caminos públicos. Este hecho produjo diversos enfrentamientos entre los habitantes del pueblo y el Duque, ya que tanto el agua como las comunicaciones a través de los caminos eran fundamentales para la explotación de sus posesiones.
El nombre de la Francia Chica procede del hecho histórico ocurrido durante la ocupación de las tierras Abulenses por el ejército Napoleonico, en la cual una facción de guerrilleros españoles capturaron a un grupo de soldados franceses con el fin de fusilarlos. Pero el espíritu acogedor de las gentes de Blasco Sancho, con el cura a la cabeza, se opusieron tenazmente, hasta que consiguieron su objetivo. Es por lo que desde entonces es conocido con dicho apodo.
Una última referencia a la historia del pueblo y a su relación con Francia es que el Santo patrón sea San Boal, santo de procedencia francesa, llamado san Baudilio, subdiacono, mártir y apóstol de la ciudad francesa de Nimes. Una imagen del santo preside el altar mayor de la iglesia parroquial de Blasco Sancho.
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