Amada Carlota nos ha aportado unos días perfectos de descanso, debido a la comodidad y la tranquilidad que posee la casa. Las vistas son increibles, te hacen olvidarte del estrés de la ciudad. Si quieres desayunar, comer y cenar tienes que reservar, sus platos se caracterizan por su originalidad y gran calidad. Tanto Carlos como Yolanda nos hicieron la estancia muy acogedora y familiar, son encantadores.