Pasamos el puente del Pilar en esta maravillosa casa. Muy recomendable el sitio y el alojamiento.
La casa tiene de todo y está muy bien decorada, es muy acogedora y calentita.
Olga es una gran anfitriona que nos explicó todos los detalles para aprovechar al máximo nuestra estancia y además nos obsequió con una pequeña cesta de bienvenida. Fue tan amable que el lunes 12, que era festivo y no le entraban nuevos huéspedes, nos permitió quedarnos todo el tiempo que quisiéramos, sin coste añadido, todo un detalle ya que pudimos quedarnos a comer y marcharnos tranquilamente por la tarde y no a las 12:00 de la mañana como nos correspondía.
Fue un fin de semana con amigos y peques para enmarcar, hicimos churrasco en la parrilla de la casa y comimos en el jardín con piscina, preciosos también los alrededores, disfrutamos de los colores del otoño gallego en todo su esplendor.
La casa tiene de todo y está muy bien decorada, es muy acogedora y calentita.
Olga es una gran anfitriona que nos explicó todos los detalles para aprovechar al máximo nuestra estancia y además nos obsequió con una pequeña cesta de bienvenida. Fue tan amable que el lunes 12, que era festivo y no le entraban nuevos huéspedes, nos permitió quedarnos todo el tiempo que quisiéramos, sin coste añadido, todo un detalle ya que pudimos quedarnos a comer y marcharnos tranquilamente por la tarde y no a las 12:00 de la mañana como nos correspondía.
Fue un fin de semana con amigos y peques para enmarcar, hicimos churrasco en la parrilla de la casa y comimos en el jardín con piscina, preciosos también los alrededores, disfrutamos de los colores del otoño gallego en todo su esplendor.
Repetiremos seguro!!!