Una experiencia increíble, la casa es perfecta, las camas comodísimas, está muy limpia y tiene un txoko en el que cenamos 16 personas cómodamente, no falta un detalle. Los espacios son grandes, tiene la BBQ en patio trasero y una mesa para comer fuera si quieres. El pueblo es pequeñito pero nos ha coincidido con carnaval y al final lo pasamos como niños. Tudela está a 15 minutos y tiene de todo.