Muy mala experiencia. La casa nos costó un ojo de la cara, pero como era verano, lo pasamos un poco por alto. Al llegar allí vimos que no estaba en condiciones (muebles a punto de romperse, casi nada de menaje de cocina, la piscina sucísima y plagada de avispas, etc). El dueño estuvo allí todos los días y, aún viendo cómo nos comportamos, decidió aprovecharse y cobrarnos por una mesa que decía que habíamos roto nosotros. Me parece fatal que, en vez de tener las cosas bien y en condiciones, espere a engañar a la gente que va para arreglar las que ya están rotas. Además, el mismo día que llegamos nos cobró 100 euros más de fianza que no avisó en ningún momento y que, por supuesto, no tiene intención de devolver en su totalidad con la excusa de la rotura.
No volvería nunca.
No volvería nunca.