Opinión de Illo P sobre La Tejera de Lozoya

Julio 2017 - Familias
La Tejera de Lozoya es un negocio orientado a público familiar que cuenta con buenas instalaciones para los niños (la granja) y algunas para adultos (comedor mirador). Sin embargo, la estancia se nos ha hecho desagradable debido a la nula orientación al cliente de su propietario (César).
Estos son algunos puntos objetivos de nuestra valoración:
- Tuvimos que pedir tres veces por adelantado una cuna de viaje (servicio estándar en la mayoría de alojamientos rurales). Al llegar a media tarde no estaba montada ni a la hora de dormir (pese a volver a reclamarlo). Tras perseguir al propietario e insistir una vez más mandó a su empleado a darnos "una bolsa con una cuna" (evidentemente no pensaba montarla) y ésta carecía de colchón (por suerte, llevamos uno) ¿alguien imagina una cama de adulto sólo con un somier?
- Los menores de 2 años pagan (12€/día) la media pensión, una rareza en el turismo español. Aun así decidimos reservar por interés en que el bebé comiese bien. Pero su cena consistió en ¡una! albóndiga -ese menú alcanza a niños de hasta 10 años, ¿es suficiente comida para ellos?- y una sopa que nos dieron tras reiterada insistencia.
Aparte de estos motivos, que vemos especialmente dolosos por tratarse de niños, sean nuestros o ajenos, citamos los siguientes.
- La media pensión es obligatoria y no hay un menú mínimo a elegir (dos primeros, dos segundos, lo estándar), te ponen lo que quieren. Tampoco indican qué vas a cenar. No hay criterio en nada, una noche ofrecen cena con una cerveza incluida y la segunda sólo agua del grifo. Comida escasa. Vimos sacar platos distintos a distintos clientes porque se acababan otros. La cocinera (Elena) salva con su buen hacer el desastre de la pésima gerencia.
- El horario de cenas es de 20-21.30h, pero a las 21h te llaman a cenar a voces (literal), cuando dentro de ese horario uno debería cenar cuando quiera. Parece que el dueño quiere quitarse pronto el servicio para estar con su familia, allí presente.
- Latas de cerveza a 3 euros (40 céntimos en un supermercado). A la pregunta de si no tienen tercios o cerveza de grifo (como en todo negocio mínimamente profesional) el propietario te responde que tú, como cliente, no tienes gusto para la cerveza.
- Siendo un negocio orientado a público infantil, él y su familia se quedan junto a la piscina de charleta hasta pasadas las tres de la mañana (algunas habitaciones dan a la piscina).
- El agua de la propia piscina está tan caliente que se está más fresco fuera que dentro.
En resumen,
Lo mejor: los animales para los niños, el trato de sus empleados, fuera de esta crítica; y el potencial frustrado de las instalaciones para hacer sentir cómodo.
Lo peor, lo que un adulto percibe: que el propietario no concibe el negocio con profesionalidad, no tiene la capacitación necesaria para él y, lo peor de todo, la voluntad.
Por eso no volveremos y daremos malas críticas. Nos parece muy significativo que haya muchas opiniones similares (en especial, sobre el dueño) y que con el potencial de las instalaciones -terraza mirador- y el frescor de la sierra en verano todos los clientes se acostasen a las diez de la noche.
Publicado el: 17/07/2017
Calidad/Precio 2
Trato 2
Instalaciones y servicios 4
Limpieza 6
Confort 6
Situación 6
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