Dos matrimonios con hijos mayores. Fin de semana de reencuentro. El lugar favoreció ese reencuentro. Dos casas espaciosas, un jardín enorme para disfrutar al aire libre de la compañía. La dueña muy atenta, explicándonos todo sobre las casas, los alrededores y sitios para comer. Nos recibió con unas botellas de vino de la tierra (que por cierto, estaba muy bueno). No es necesario llevar nada de menaje ni de sábanas ni toallas.
En caso de volver por la zona, sin duda repetiremos sitio
En caso de volver por la zona, sin duda repetiremos sitio