Nos encantó la estancia en Casa Petricor. El lugar es maravilloso, en el valle de Vió junto al Parque Natural, con un montón de excursiones, pozas para bañarse y unas vistas de ensueño.
La casa es genial: tranquila, acogedora, bien acondicionada, con un pequeño huerto del que cogimos unas ricas hojas de lechuga para el picnic. Los desayunos en la sala común, con los primeros rayos de sol entrando por el ventana, con uno de los muchos buenos momentos que me llevo del lugar.
La habitación que nos tocó es espectacular, con las vigas desnudas y un baño precioso en el que entraba el sol por las tardes. Teníamos un jardín y un chill out a la sombra de los árboles que no nos dio tiempo a aprovechar mucho!!
Javier es un encanto. Siempre atento a nuestras necesidades, nos dio esa confianza para sentirnos como en nuestra casa.
En resumen, Un 10! Volveremos!
La casa es genial: tranquila, acogedora, bien acondicionada, con un pequeño huerto del que cogimos unas ricas hojas de lechuga para el picnic. Los desayunos en la sala común, con los primeros rayos de sol entrando por el ventana, con uno de los muchos buenos momentos que me llevo del lugar.
La habitación que nos tocó es espectacular, con las vigas desnudas y un baño precioso en el que entraba el sol por las tardes. Teníamos un jardín y un chill out a la sombra de los árboles que no nos dio tiempo a aprovechar mucho!!
Javier es un encanto. Siempre atento a nuestras necesidades, nos dio esa confianza para sentirnos como en nuestra casa.
En resumen, Un 10! Volveremos!