Como todo, las opiniones son relativas a lo que se busca. Siempre que viajo busco un sitio tranquilo y bello. Iketxe me ofreció mucho más. Una maravillosa casa rodeada de naturaleza y una habitación con galería increíble. Acogedora, limpia y confortable. Los desayunos generosos.
Pero lo mejor de todo es el trato de Fátima y Patxi. Cercanos, amables y muy agradables en el trato. Desde el primer momento es como si les conocieras de siempre. No hay que irse sin que Patxi te enseñe la flora de los alrededores con muchísimas clases de flores y árboles. Esa mañana no me quería ir escuchándole las propiedades de cada especie.
Volveré y cualquier excusa será interesante para hacerlo. Cuando te vas, sientes que has recargado energía. Muy recomendable para quien quiere estar rodeado de naturaleza y respirar tranquilidad.
Pero lo mejor de todo es el trato de Fátima y Patxi. Cercanos, amables y muy agradables en el trato. Desde el primer momento es como si les conocieras de siempre. No hay que irse sin que Patxi te enseñe la flora de los alrededores con muchísimas clases de flores y árboles. Esa mañana no me quería ir escuchándole las propiedades de cada especie.
Volveré y cualquier excusa será interesante para hacerlo. Cuando te vas, sientes que has recargado energía. Muy recomendable para quien quiere estar rodeado de naturaleza y respirar tranquilidad.