Casas rurales en País Vasco

El País Vasco está compuesto por tres provincias, Guipúzcoa (en euskera Gipuzkoa), Álava y Vitoria (Gásteiz para los vascos). Se trata de territorios históricos que conforman una comunidad llena de riqueza cultural y medio ambiental gracias a su contraste entre mar y montaña. Su zona costera se convierte en un lugar propicio para disfrutar de la tranquilidad que desprende su brisa marina, disfrutar de largos paseos y de las casas rurales cerca de la playa.Cada una de las provincias vascas esconde un gran valor natural digno de conocer y admirar. Por una parte, Guipúzcoa tiene una gran variedad paisajista: Parques Naturales y zona costera. Entre sus zonas rurales encontramos el Parque Natural de Aiako Harria y Pagoeta, parajes en los que es posible conocer la flora y fauna de la zona, pasear, hacer senderismo y disfrutar de un paisaje y unas vistas espectaculares. Por otra parte, el viajero encontrará en las playas de esta provincia el lugar perfecto para pasar unas vacaciones en el País Vasco. Conoce municipios como Zarautz, Villabona e Irún y pasea por la playa de La Concha, alojándote en cualquier casa rural de San Sebastián, capital de la provincia y ciudad de gran belleza que cautivará a todo visitante.En Guipúzcoa, además encontramos la Reserva de la Biosfera de Urdabai y distintas zonas protegidas como la de Ranero, San Juan de Gaztelugatxe que debes visitar.Álava es la provincia vasca con mayor número de parques naturales. Así, te ofrece la posibilidad de conocer los parajes de Urkiola, el Parque Natural del Gorbeia, el de Valderejo y el de Izki, impresionantes espacios naturales en los que pueden contemplarse espectaculares desfiladeros y conocer la riqueza de la fauna y la flora de esta provincia.Por último, en Vizcaya encontramos una mezcla de culturas cuya riqueza debemos conocer de primera mano. En cuanto a la zona costera, cabe destacar municipios como Durango, Bakio, Bermeo y Lekeitio, pequeños municipios que seducen a los visitantes gracias al encanto de la costa vasca que, bañada por el Mar Cantábrico, invita a adentrarse en sus profundidades.