Sitio extraordinario para desconectar de la ciudad y reconectar con la naturaleza. La decoración y la distribución de la casa están hechas con mimo y en pocos minutos comienzas a sentirla tu hogar y a inundarte tanta paz . Las vistas son maravillosas mires dónde mires. Y Maite es una mujer cálida y muy hospitalaria, respeta absolutamente la privacidad que ofrece el entorno. Un placer conocer la casa y a su peculiar dueña. Volveremos. Muchas gracias Maite.