La casita es extraordinaria y su entorno es maravilloso. Ideal para desconectar en plena naturaleza. La piscinita y las hamacas hacen que sea un rincón especial, sobre todo al atardecer. Tienes total intimidad. Aunque Mayte viva arriba y está disponible para cualquier duda, realmente tienes la sensación de que estás completamente en soledad porque está bien aislado. El acceso no es complicado porque ella te recoge en un punto la primera vez y está asfaltado y en buenas condiciones. Una experiencia excelente.