Increíble estancia, la casa super calentita, aunque fuera hizo bastante frío. Imperdible la ruta por las cascadas cerca de la casa, aunque no ha llovido mucho, el río llevaba bastante agua. Eli, la chica que nos atendió, fue supersimpática y muy agradable. La verdad que El y Sady tienen unos alojamientos muy equipados y confortables, se nota su mano.