Todo te embruja desde el momento en el que llegas hasta después de haberte marchado. Esta situada en un emplazamiento precioso, cuenta con todas las comodidades que puedas imaginar. El trato fue muy familiar y agradable, la casa estaba limpísima y es sencillamente perfecta. Las habitaciones son preciosas, parecen sacadas de un cuento de los hermanos grimm. Hay una cascada preciosa junto a la casa con lo que solo se escuchan los pájaros y el caer del agua. Se encuentra cerca de un pequeño pueblo donde puedes comprar lo que necesites al mismo tiempo que esta alejada del ruido. En definitiva, un fin de semana perfecto en el que solo lamente tener que volver. Perfecta