Hemos estado unos días en familia y ha cumplido nuestras expectativas. La realidad se corresponde absolutamente con las fotos publicitadas. Casa super limpia, decorada con gusto e integrando detalles y recuerdos de la casa y de su entorno. Respeto a los orígenes y a la naturaleza, utilizando materiales naturales en casi toda la casa. Se nota el "sentir ecologista" de Paqui, la dueña, quien desde el primer momento ha sido amable, respetuosa y servicial. Una mujer muy formada e informada de su tierra. Ama lo suyo y se nota en el esmero que pone en el cuidado de su casa. Todo super limpio, confortable, aire en todas las habitaciones pero la casa en sí misma ya es fresca. Mosquiteras en todas las habitaciones lo que da tranquilidad, pero incluso fuera y estando en mitad del casmpo nos ha sorprendido no ver ni un sólo mosquito. A pesar de estar junto a la carretera prácticamente ni nos hemos enterado. Mucha tranquilidad y confort. Piscina superlimpia. Noches de barbacoa (genial) y sobremesa fresquita, apagas luces y disfrutas de un manto de estrellas que te devuelve la paz al alma. Gracias Paqui por confiarnos y dejarnos disfrutar tu preciado bien. Sin duda, volveremos a vernos.