Alojamiento y propietaria con mucho mucho encanto, no existe ninguna lujo, pero el gran lujo es el trato personal, muy afectuoso amable y sencillo, situado totalmente inmerso en la naturaleza, la comida es practicamente toda ecologica, si te gusta la naturaleza, la tranquilidad y la convivencia es ideal. Una casa rural con un caracter fuera de lo habitual, dificil de encontrar un alojamiento parecido, para nosotros fue algo muy agradable, para nuestra hija pequeña aun mas, ya que pudo darle de comer a los animales.
Gracias Ricardo y familia por alojaros con nosotros un nuestra casa de payés (no es un hotel), fue una visita muy agradable. Es un lugar para desconectar y perder el estrés de la ciudad, por esto no hay wifi ni tele en las habitaciones (solo en la sala comunitaria). Las comidas son en la misma mesa para así conocer las otras personas encantadores que nos visiten!