Hola, hemos estado durante la Semana Santa en Villalibado con mi mujer y mis dos hijas. Magnifica experiencia que seguro repetiré. La casa era muy confortable y nos ha inundado una paz y tranquilidad que hace tiempo deseamos tener. Mis hijas se lo han pasado en grande. Un pueblecito abandonado, que es donde termina la carretera y no hay continuidad. Llegan solo los poquísimos vehículos de las personas que estábamos alojados, no hay ningún vehículo más, ningún ruido. Importante para nosotros es que pudieran jugar mis hijas con la maxima libertad.En Villalibado, el peligro era nulo y se podía andar y corretear por cualquier lado sin tenerse que ceñirse al jardín de la propia casa, ¡!todo el pueblo era un jardín!!. La casa estábamos a 20 metros de una iglesia románica que nos aportaba una belleza y paz sin igual. No puedo decir más, un 10.