Es una casa fabulosa, perfectamente restaurada, fresca y con todos los detalles para una estancia cómoda. Ideal para descansar y desconectar de todo.
El trato de los anfitriones, Montse y Kiko, es excepcional, igual que sus atenciones y las charlas.
Lugar, para volver todas las veces que se pueda.
El trato de los anfitriones, Montse y Kiko, es excepcional, igual que sus atenciones y las charlas.
Lugar, para volver todas las veces que se pueda.