Los dueños fueron muy amables. Pasamos unos días inolvidables en una casa que tenía todos los detalles que uno podría necesitar. Cada habitación tenía su baño, había dos neveras, lavadora, secadora, piscina, barbacoa, mesa de ping-pong...todo en medio de un campo con vacas. Además, nos indicaron una ruta por el bosque que encantó a los niños (había muchas moras y piñas). Había un pueblo a 5 min en coche (St.Boi de Lluçanès) con bodega, panadería (el pan, las cocas y las pizzas eran deliciosas), estanco y supermercado. Muchas gracias por la estancia tan maravillosa.