He estado visitando la Rovira durante dos décadas, primero con mis padres y sus amigos, y ahora también con mis propios amigos. Es el lugar perfecto para niños, perros y adultos. La zona de la piscina y la barbacoa es fantástica, y la casa está bien mantenida. Además, los propietarios son encantadores y venden embutidos, así que ¡no te los pierdas!